El cambio en el entorno laboral de las últimas décadas ha sido impresionante. Se ha pasado de la máquina de escribir al portátil. Del teléfono fijo y el fax al chat de mensajería del smartphone y al email. Del cuaderno de notas a la tablet. La revolución tecnológica ha vivido un proceso de retroalimentación entre el consumo privado y el entorno empresarial y, a medida que iban cambiando los hábitos de comunicación, de ocio o de estudio por la adopción de dispositivos personales, esas prácticas se imponían en los espacios de trabajo. Una de las tendencias clave de los últimos años en las prácticas laborales es la perfecta síntesis de esta sinergia: el BYOD, siglas de ‘bring your own device’ con las que se refiere la práctica ya masivamente adoptada de utilizar dispositivos de uso privado para el trabajo en la empresa y que es, además, un continuo quebradero de cabeza para los encargados de la gestión de la TI y de la seguridad corporativa.
Es en este escenario en el que la virtualización del escritorio o VDI, por sus siglas en inglés, tiene su desarrollo natural. La virtualización permite a los trabajadores un acceso de calidad al entorno informático de su empresa desde cualquier dispositivo o localización y en todo momento. Pero más importante aún: proporciona a los encargados de los sistemas y de la protección de la infraestructura los recursos necesarios para la administración y el control. Entre otros beneficios asociados, el uso de la virtualización conlleva frecuentemente una mejor eficiencia económica, además de impulsar nuevas formas de trabajo.
En España, la adopción del puesto de trabajo digital se está expandiendo. Un informe de Penteo de 2018 estimaba en un 37% las empresas en España que ya entregan un puesto de trabajo digital, cuatro puntos por encima del porcentaje de 2016. Aunque según esta investigación son mayoría las que mantienen un puesto tradicional —el 41% de las participantes—, el 22% restante se manifestaba en plena evolución hacia el entorno virtual. El documento refleja la importancia del BYOD en la transformación del espacio laboral. Según sus estadísticas, en nueve de cada diez empresas españolas se emplean dispositivos móviles: son los elementos relacionados con el ‘digital workplace’ que cuentan con un mayor grado de asimilación entre las organizaciones y los trabajadores, con todo lo que eso conlleva de desarrollo de aplicaciones móviles, políticas corporativas de acceso y la protección de los aparatos y del sistema en general.
Soluciones para combinar la vida privada y el entorno profesional
Un reciente informe de Gartner advierte que, para tener éxito en el paso al espacio de trabajo digital, no se puede tratar únicamente desde un punto de vista tecnológico. «Cuando las iniciativas se ejecutan en la forma de series de desarrollos tecnológicos, el compromiso de los empleados y el abordaje del cambio cultural asociado quedan atrás. El éxito en el puesto de trabajo digital es imposible sin eso«, explica Carol Rozwell, vicepresidenta de investigación en la compañía de análisis. El actual ecosistema tecnológico hace que los trabajadores quieran en su trabajo la misma agilidad y desempeño que tiene en sus dispositivos personales, y se muestran más críticos si la TI empresarial no responde a sus demandas o lo hace de forma lenta y enrevesada.
La virtualización del escritorio tiene un papel clave como habilitador de una transformación digital exitosa, en tanto es un aspecto crucial para la plantilla, por lo que elegir las soluciones con las que lograr una experiencia de usuario óptima es clave en el proceso de implantación. Un enfoque personalizado garantiza la correspondencia entre las demandas del equipo y de la organización y las herramientas tecnológicas que se van a desplegar. Esta es la perspectiva que asume Dell EMC en su oferta de VDI, para la que está asociado con los ‘partners’ más destacados del mercado de infraestructura de virtualización de escritorio. Nuestras soluciones Wyse Datacenter están preparadas para el trabajo con las arquitecturas de Citrix, VMWare, Microsoft y Wyse vWorkspace, y entre ellas cubren una gama amplia de necesidades de distinto tipo: desde el trabajo en pequeñas empresas a corporaciones que están en pleno proceso de renovación de la infraestructura.
El portfolio de soluciones de virtualización personalizadas de Dell EMC trata de adaptar al máximo posible su catálogo con los requisitos empresariales, para lo que se propone un enfoque basado en Cloud Client Computing en el que se incluye tanto hardware para el centro de datos como software, ‘endpoints’ y servicios integrales. La propuesta gira en torno a tres puntos: una gestión ágil y sencilla, que permita un despliegue sencillo para después escalar fácilmente según las necesidades; optimización de recursos y mejora en la eficiencia económica; y facilitar a los trabajadores un entorno práctico y cómodo, en el que se garantice la movilidad y la accesibilidad.
El papel que adquiere la plantilla en la transformación digital de la empresa es esencial, advierten los especialistas. Para la analista de Forrester Alyson Clarke, “la transformación digital pedirá cambios a tu estrategia, tecnología, procesos y estructura organizacional, y la cultura es el pegamento que mantiene todo unido”. Los trabajadores tienen un rol esencial en el elemento cultural, añade. “Sin enfrentar el factor humano, la transformación digital podría luchar para conseguir despegar, se desacelerará o detendrá, e incluso se podrá desmoronar al intentar escalarla”. La actualización del espacio de trabajo es, pues, esencial para que la plantilla impulse el necesario cambio con el que moverse en el actual escenario empresarial.
